El Don Octavio CP Villarrobledo accedía el pasado domingo a la tercera posición de la tabla tras su victoria por 3-0 ante el CD Tarancón y la derrota del Illescas ante el Manchego de Ciudad Real.
Los de Aroca, tras el sorprendente empate en casa ante el Miguelturreño y la derrota por la mínima en Azuqueca de Henares, han conseguido reaccionar en los últimos partidos con tres victorias consecutivas (San Clemente, Huracán de Balazote y CD Tarancón), con 8 goles a favor y ninguno en contra.
Sin duda esta es la mejor forma de reaccionar cuando un equipo quiere estar en lo alto de la tabla, y así lo han hecho los de Aroca, un plantel al que no se le puede achacar y reprochar ganas y espíritu de sacrificio en cada partido, con independencia del resultado.
Los rojillos están haciendo una temporada muy buena como así reflejan sus números, y por supuesto en los tres últimos encuentros han dado un golpe sobre la mesa, ahondando en su deseo de llamar la atención de todos aquellos que los estaban «enterrando».
Pero lo hecho hasta ahora hay que refrendarlo en los próximos partidos, fuera de casa y ante dos equipos de mucho nivel como el CD Quintanar del Rey y el Atlético Albacete. Es evidente que se trata de dos rivales durísimos, pero también es cierto que los de Aroca llegan con la flecha hacia arriba y con la moral por todo lo alto, con lo que pese a la dificultad de los partidos (el más inminente el domingo a las 17 horas frente al Quintanar del Rey en el San Marcos) los nuestros están suficientemente capacitados para ganar o al menos traerse algo positivo de un campo tan difícil.